Foto: Julián Sainz Ruiz
La vida es curiosa a veces, cuanto más te aprieta, cuanto más te exige, más grande te hace. Eso o te dejas asfixiar. Al final la decisión está en ti. Yo, aunque a veces me dejaría asfixiar sin dudarlo un segundo, finalmente siempre opto por aumentar de tamaño, a pesar de estar a dieta.
El otro día que me quejaba por mi mala fortuna, o por el momento tan tenso que estoy viviendo por varios frentes abiertos….hubo una persona que me llamó EGOISTA. Me dijo que solo pensaba en mí. Que no era consciente de lo afortunadísima que estoy siendo y que ya vale de mis ays.
Me dijo que él había perdido a su hijo pequeño por un cáncer. Que yo tenía unos hijos maravillosos y un trabajo estupendo. Una casa preciosa y amigos de buen corazón. Y todo eso es rigurosamente cierto. Pero…..también tengo una madre con alzheimer a 300kms. Unos hermanos a los que no veo nunca. Muchísimo trabajo. Presiones por todas partes, muchas de ellas muy mal gestionadas por mí. Poco o CERO tiempo libre, dependiendo del día. Y unas ganas locas de viajar y conocer. Aprender y disfrutar. Quizás sea por todo lo sufrido estos últimos años. Que me parece que la vida presenta déficit conmigo. Me debe muchos momentos mágicos. Y por eso los que tengo los saboreo tan intensamente.
Una vez leí que casi nadie cambiaría su vida por la del vecino, a pesar de quejarnos continuamente, todos nos sabemos muy afortunados si comparamos nuestra vida con la vida del que tenemos al lado. Yo desde luego no me cambio por nadie. Si algo me enseñaron mis padres es a no envidiar. Y lo consiguieron plenamente. No conozco ese pecado capital en primera persona, afortunadamente.
No obstante no me gusta que subestimen mi dolor. Lamento profundamente que alguien (cualquiera, cuanto menos un conocido) tenga que pasar por algo tan inimaginable como lo que me contó esta persona. Pero desde luego el dolor de cada uno por el motivo que sea es el dolor de cada uno. Todos sabemos que la actitud ante las cosas es primordial ( a mí me lo enseñó bien mi amiga Ana) y que a veces es sólo uno mismo quien se fabrica los problemas. O al menos la interpretación equivocada de los mismos. Pero hay veces que hay que tomarse un respiro. Procesar las emociones. Respirar. Ser conscientes de la realidad, enfrentarse con coraje a ella (inasequible al desaliento) y no perder esta sonrisa, que por algo me dicen que ilumino con ella.
Mañana volveremos a disfrutar de un magnifico amanecer, o con suerte, no habrá que madrugar y disfrutemos de un precioso atardecer con vistas al Pico Frentes, o al Moncayo, maravillosas vistas.....
Foto:Julián Sainz Ruiz
O una preciosa luna llena como la que habrá esta noche mágica. Porque esta noche, volverá a ser mágica.
FELIZ FIN DE SEMANA.