jueves, 5 de marzo de 2020

Carla me sonrie y me regala con sólo una mirada, un momento de luz.

A mi niña preciosa

 "Llegaste al mundo para darme un curso intensivo de como amar a alguien más que a mí misma"














Naciste hace ya 18 años y viniste a llenar mi vida de sonrisas llenas de luz. La mía y la de cualquiera que te conoce, porque tú eres luz.
Un ser mágico de esos que alguna vez en la vida tienes la suerte de encontrarte, pero muy muy pocas veces.
Una niña valiente, honesta, curranta, brillante, divertida, alegre, buena, sincera, educada, que vive la vida de modo intenso, que ha heredado mi carcajada, que es la de su abuela, y el coraje de su abuelo.


Te admiro muchísimo. Te respeto. Aprendo de ti cada día y ahora que te haces mayor y comienzas a volar sola, te voy a echar terriblemente de menos.

Si tuviera que destacar tres momentos importantes de estos 18 años, el primero, por supuesto, sería el día en que naciste. Para mí el día más feliz de mi vida. Las sensaciones, las emociones al conocerte, fueron tan indescriptibles como geniales. Y aún me duran con solo mirarte. (Con solo miraros, como digo siempre, "a Manel y a ti")
El segundo, probablemente, uno de los más felices para ti. Cuando entraste a formar parte de La Banda Municipal de Soria. Fue tu propósito desde que te llevamos a un concierto de Navidad,  siendo muy pequeñita, cuando señalando el escenario, dijiste: "yo quiero estar ahí, mamá qué hay que hacer". Y fuera lo que fuera que tuvieras que hacer, lo hiciste, porque ahí estás hoy. 
Alguien dijo una vez que "El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla" Y así ha sido conmigo, porque tu vínculo con la música me ha dado tanta felicidad, casi como a ti. Nunca sabréis esa Banda y tú, lo que me habéis ayudado en momentos de absoluta tristeza. Gracias a las dos.



Aprendiste a montar a caballo, creciste con tu amiga Andrea con la que has vivido como con una hermana, y os habéis hecho  ambas unas maravillosas mujercitas a las que adoro, sobre todo por la bondad que emanáis las dos a toneladas.






El tercer momento, por destacar alguno , es nuestro viaje a Roma. Lugar en el que fuimos absolutamente felices, disfrutando del que era vuestro sueño y por ende, el mío. Hemos viajado mucho, os he llevado a mil sitios, dentro de mis posibilidades, os he intentado transmitir que viajando se aprende tanto como se disfruta y creo que también lo he conseguido, a veces en mi propia contra, pues ahora no hay quien os pare. La verdad es que viajar con vosotros me ha hecho  vivir experiencias geniales que no cambiaría por nada, desde bajar a una playa en Asturias por un precipicio hasta subir montañas como los Picos de Urbión o los de Europa, todas sensaciones estupendas que repetiría mientras pudiera, pues no se me ocurren compañeros de viaje tan inmejorables. 
 Te encantó París, Oporto, Lisboa, Toledo, Sevilla ... ver las orcas a pocos metros (tus animales preferidos) , disfrutaste muchísimo al hacer el camino de Santiago por tu cuenta etc..
pero puede que Roma fuera aquel viaje especial que nunca olvidaremos. 


                         Otro sueño cumplido de los que espero nos queden muchos más.


Hemos vivido juntas muchos momentos duros, despedir a Tea y Nasi han sido los peores, aunque sabemos que mientras los añoramos y queramos así, siguen con nosotros.
Has tenido momentos además, sobre los que sigo pensando que ningún niño tendría que pasar, pero te tocó eso. La vida es como es. Y a veces ocurren cosas como ésta que nos hacen crecer como personas. 
 No somos más fuertes que nadie, pero sí lo suficiente como para que nuestro vínculo sea especial y absolutamente extraordinario. 


Eres una niña muy feliz, de eso no me cabe la menor duda, tienes buenos amigos, gente que te quiere, y esa sonrisa tuya contagia alegría por dónde pasas. Nada hace sentir mejor a unos padres que ver a sus hijos felices. Me siento tremendamente orgullosa de ti,  por todo. Cómo diría uno de tus profes preferidos (Don Carlos Munilla), sobre todo me siento orgullosa porque eres una persona extraordinaria, y al final eso es lo verdaderamente importante. Reconozco que este año es especialmente duro en esfuerzo, así que mi admiración y orgullo por ti son aún mayores. Van creciendo a la par que tú, mi querida niña.
Tienes toda la vida por delante, y ya vas a por ella con muchos recursos que te harán sortear con entereza y sabiduría los momentos duros, y vivir al máximo los buenos (a eso espero haberte enseñado yo que creo que no se me da mal del todo) . Estoy segura que de estos últimos vas a tener muchos. Porque si alguien  merece ser feliz,  esa eres tú. 

GRACIAS HIJA, MI VIDA ES PLENA PORQUE TÚ FORMAS PARTE DE ELLA.  SER TU MADRE ES UNA GRAN SUERTE.

FELIZ 18º CUMPLEAÑOS. 


(Ahhhh ordena la habitación que porque seas mayor de edad no se va a ordenar sola)