"HAY LUGARES DONDE UNO SE QUEDA, Y LUGARES QUE QUEDAN EN UNO"
Os he dicho en más de una ocasión
que no importa “el lugar”, sino el “con quien”.
Pero eso no es del todo cierto.
Hay lugares que nada más verlos te llevan a otros tiempos, o te transmiten una
paz inusual, por el devenir de sus aguas. O te enseñan luz reflejada en cada
una de sus piedras de siglos pasados. Desde luego, el “DONDE “es tan
importante, si cabe como” CON QUIEN”.
Sobre todo, si esa persona te
lleva con su ilusión por compartir, con una generosidad extrema por regalar
belleza. Cuando me medio reprocha a mí por ser intensa, y resulta que él lo es
tanto o más. Y se entusiasma con mi entusiasmo.
Hoy ha sido uno de esos días que
te colman de inmensidad. Si en una excursión hay un castillo medio derruido, una bella iglesia mudejar construida sobre una roca, una cascada que te invita a ser escuchada tanto como observada, y un puente… ¿Quién
dio más? Hoy ha sido una excursión absolutamente perfecta.
La vida te enseña, decía mi padre.
Yo lo escuchaba con mis ojos de niña curiosa, y me preguntaba, qué querría
decir eso. Y resulta que cuando pasan los años de modo inexorable, te das
cuenta de lo que quería decir. En más de las ocasiones que me hubiera gustado,
me he negado a aprender la lección. Entonces, la vida, que es muy perra y
testaruda, comienza la lección de cero para que la aprendas la próxima vez, y ¡ ay de ti! cómo no lo hagas, porque volverá a enseñarte, esta vez ya dándote
capones en la cabeza como me hacia la maestra Doña Obdulia en Madrigal, cuando no
era capaz de distinguir filas de columnas.
Hay que dejarse enseñar, hay que
aprender a perder, cosa que también decía mi padre, cuando me ganaba a las
damas, partida tras partida, y mi madre le hacía señas para que me dejara ganar
y él decía: “que no Tea, que no. Que tienen que aprender a perder”.
Es jodido eso de perder. Desde luego. Pero como la vida, que
efectivamente es tan perra a veces, también puede ser sumamente generosa y magnánima
en otras, no cesa de enseñar. Y entonces una vez, no se sabe muy bien porqué
halo del destino, aprendes la lección. De corrido, enterita. Y te encanta. Y
desde lo alto del enésimo castillo que subes en el ultimo año de pandemia,
descubres emociones nuevas, llenas de paz, de alegría, de intensidad y de ganas.
EL SECRETO, QUERIDOS AMIGOS, ESTÁ EN LAS GANAS. No las perdáis
nunca, por favor, Nunca sin ganas.
Hoy mi querida Patri te llevo a Bijuesca y Berdejo. Espero
que te gusten.
Feliz semana todos.