domingo, 5 de noviembre de 2023

Hay que atravesar el desierto para encontrar el oasis.

"En medio del desierto de la soledad, ahí , es dónde me encontré a mí mismo"



Todos sabemos que viajar es una experiencia verdaderamente enriquecedora y valiosa por varias razones. En primer lugar, viajar nos brinda la oportunidad de explorar y descubrir la belleza y la diversidad del mundo que nos rodea. Cada destino ofrece paisajes únicos, culturas fascinantes y tradiciones que nos permiten apreciar la riqueza de la humanidad.

Además, viajar nos ayuda a ampliar nuestros horizontes y a romper con la rutina diaria. Al salir de nuestra zona de confort, enfrentamos nuevos desafíos y aprendemos a adaptarnos a situaciones diversas, lo que fortalece nuestra capacidad de resiliencia y creatividad. Esta exposición a lo desconocido también nos permite comprender mejor a otras personas y sus perspectivas, fomentando la empatía y la comprensión intercultural.

El viaje también promueve el crecimiento personal. Al superar obstáculos y tomar decisiones en un entorno desconocido, desarrollamos habilidades de resolución de problemas y toma de decisiones. Aprendemos a ser más independientes y a confiar en nosotros mismos.

Por último, el viaje nos brinda la oportunidad de crear recuerdos invaluables. Los momentos compartidos con seres queridos y las experiencias únicas vividas durante un viaje se convierten en historias que atesoraremos para toda la vida. Estos recuerdos enriquecen nuestras vidas y nos llenan de gratitud.

En resumen, viajar es importante porque nos brinda la oportunidad de explorar, aprender, crecer y crear recuerdos inolvidables, lo que enriquece nuestras vidas de manera inigualable.

Los cielos de Marruecos son absolutamente increíbles. No es un mito. Ahora dedicándome un ratito a la pausa, a recopilar las fotos, vuelvo a vivir, esta vez ya en estado de sosiego mi último viaje que ha sido verdaderamente alucinante. Sobre todo en lo emocional que es en lo que me gusta vivir. A nivel personal ha supuesto tanto que soy incapaz de describirlo. Hay varias maneras de salir de tu ostracismo, y una de ellas es sin duda alguna, viajar. También te ayuda a salir de tus prejuicios. Marruecos está lleno de gentes buenas.Gentes pobres y generosas. Gentes amables, que solo quieren sacar adelante a sus hijos como nosotros a los nuestros. Como nuestro conductor, que para en un puesto de esos de carne en la calle para llevar a sus hijos el día de vuelta.

Había un sentimiento de continuas contradicciones durante todo el viaje. Tú en situación de poder ¿frente a qué?. En la picaresca del Zoco, ganan ellos, sin duda. Son supervivientes . Pero sonríen más que nosotros. Eso es evidente. Las mujeres, que se suponen reprimidas, sonríen mucho más que las europeas. Las que nos han puesto el desayuno, os aseguro que regalaban paz con las tortitas. Todas. Yo, desde luego, no las veía frustradas, ni reprimidas, ni infelices, ni saturadas, ni estresadas. O quizás sean buenas actrices por aquello de que el cine es uno de los inputs del producto interior bruto de Marruecos (yo no tenía ni idea). Pero creo que no actuaban en absoluto.

Ha sido un viaje también a nivel personal de emociones intensas, inquietantes, algunas dolorosas y otras absolutamente maravillosas. Al final va a ser cierto eso de que a veces tienes que perderte para encontrarte a ti mismo. Yo lo he hecho en el desierto del Sáhara.


Así que como decía anteriormente, lo que me invade ahora mismo es un gran sentimiento de GRATITUD. Gratitud hacia María quien nos ha acompañado desde el principio de este maravilloso viaje hasta el final por una pura y absoluta casualidad pero siempre con una sonrisa y absoluta disponibilidad. Gratitud a la vida, por enseñarme como diría Sad Gurú a bajar la cabeza ante tanta belleza inimaginable. (los rojos de Valle del Dades, el amanecer en el desierto, las haimas en mitad de la nada, la sonrisa de esa niña de aquel pueblo nómada que me hizo dar un vuelco a mi corazón). Gratitud hacia mi pareja, por su comprensión y generosidad, por su sinceridad dolorosa, por enseñarme a perdonar y a confiar. Gratitud a todos los que me aguantais, que soy como la mula de la tía Modesta, que parece que solo ha parido ella (parece que solo viajo yo, que encima lo he hecho poco, muy poco)

La vida está llena de contrastes, aprendamos de ellos, y sonriamos más. Nos hace falta hacerlo.