viernes, 8 de abril de 2016

La Fuentona..... entre sus aguas cristalinas sólo puede haber verdad.

"No hay nada como volver  a un lugar que no ha cambiado para darte cuenta de cuanto has cambiado tú" ( Nelson Mandela)


Es increíble como se pueden resumir  distintas etapas de tu vida con la memoria fotográfica de determinadas visitas que hicimos a un mismo lugar. En mi caso os voy a hablar de” La Fuentona.”
 

La Fuentona es un lugar emblemático en Soria. Para algunos (los menos- mi amigo Antonio, por ej.  dice que no le gusta nada-.) es un lugar oscuro y tenebroso, supongo que por el misterio que envuelven sus aguas. Para otros (entre los que me encuentro) es un lugar lleno de magia, de color esmeralda .Luminoso y enigmático al mismo tiempo.



 

La primera vez que fui, me llevaron Chente y Maria. Me pareció asombroso. Aún tengo esa capacidad de asombro, afortunadamente.  Pero en aquel momento, con mis 27 años era la chica más feliz sobre la faz de la tierra. Nos comentaron que había muerto gente ahí abajo, el misterio hizo acto de presencia con una luz impresionante. Como tantos días en Soria!!.
Recuerdo como me sorprendieron  sus aguas turquesa y la profundidad de las mismas.
Posteriormente, cuando venían familiares  y amigos los llevábamos a visitarlo previo paso por Calatañazor.  Pueblo  medieval que me sigue atrapando cada vez que me acerco.


 
 
Otra visita  tuvo lugar con mi incondicional Ana y su maravillosa familia. Reímos e hice fotos para una de mis primeras presentaciones. En esa ocasión descubrí todo su espectacular entorno. La cascada no traía agua. Pero el lugar, me envolvió para siempre. En aquel momento era la madre de familia más feliz del mundo mundial (junto con Ana, ambas irradiábamos felicidad ese día.). Sol, calor, risas, tortilla de patatas, Dana que se pierde… Dani que corre…. Manel detrás…. Las niñas encantadas de la vida…..
La presentación trataba sobre una oruga… que sola atravesaba montañas y cientos de obstáculos, la pobre. Mientras los demás animalitos del bosque no apostaban por ella, ella sin embargo no cesó en el empeño y se fue en busca de sus sueños para finalmente alcanzarlos convirtiéndose en mariposa.
Otro día en junio del 2012, fui con mi familia. En aquel momento me sentía morir. Pero ni siquiera era capaz de imaginar lo que se me venía encima. Él decía sentirse relajado (se había quitado un muerto de encima, ahora lo entiendo). Yo aún tenía esperanzas. Debí adivinar lo que pasaba, cuando en el restaurante del lugar pidió una tarjeta y preguntó si hacían asados. Pero a quien vas a traer,  dije????  Qué imbécil soy!!!.  Desde luego no hay más ciego que el que no quiere ver.
La siguiente vez que fui, la cascada venía a tope. Supongo que era directamente proporcional a las lágrimas que echaba por aquel entonces. Fui con Belén, su hija y mis hijos.
Independiente, sola, comprobé que no solo soy capaz de ir a cualquier sitio, sino que puedo llevar a más personas. (aunque a veces los pierda y nos riamos a carcajadas por hacerlo)
Tengo algunas fotos de ese día….era invierno pero no hacía demasiado frío. Sonreía… pero la tristeza que tenía en mi alma se ve en las fotos.  Mi transparencia es exactamente igual que la de esas aguas, muy a mi pesar.
He vuelto más veces…otra visita que recuerdo con gran cariño fue la que hicimos no hace mucho,  con mis amigos del grupo de ruta. Los niños se lo pasaron en grande y desde luego no disfrutaron más que yo. Incluso treparon por paredes rectas, Ricardo los sujetaba con una cuerda desde arriba. Me lo pasé genial ese día, como siempre que estoy con ellos.  La buena gente te hace sentir así.
Tengo fotos de casi todas esas visitas. Pero no las necesito. Las guardo en mi memoria, al igual que recuerdo exactamente cómo me sentía en cada uno de esos momentos.
 
El fin de semana pasado estuve de nuevo. Cómo me gustó volver!!!!!  La cascada traía agua en contra de lo que nos habían dicho. Y fue fantástico estar allí otra vez, pero si lo fue, se debió a la compañía, esta vez el lugar tenía poco que ver.  Había luz y lo que es más importante, caminos por explorar de cuya existencia no me había percatado.
 
La vida sigue, la ilusión vuelve a aparecer… a veces de modo intermitente como el agua en la cascada de la Fuentona.  Quizás se deba a la madurez que va unida irremediablemente a la prudencia.
Otras  veces esa ilusión aparece con una gran firmeza y profundidad como las aguas de su laguna.
Pues  la vida sigue…. afortunadamente.
OS DESEO UN FANTÁSTICO FIN DE SEMANA, el mío se prevé divertido y especial.
 

 

 

 

 

 

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