No hay ni una sola historia de amor real que tenga un final feliz. Si es amor, no tendrá final. Y si lo tiene, no será feliz. (Joaquín Sabina)
Con esto de la primavera, me
dijeron que se despierta la inspiración.
Pues no sé si achacarlo a la nueva estación que como decía en mi entrada
anterior por fin parece haber llegado a esta dura y fría tierra; o más bien
justificar una nueva entrada tan pronto, haciendo caso de más de una persona que me ha
dicho que la entrada anterior después de tardía ha sido muy corta.
( Gracias, compañeros) .
Como soy un poco anárquica, aquí
estoy de nuevo tan solo un par de días después. Hoy os voy a hablar del AMOR. ¿Qué es el AMOR? Claro una visión breve y muy
particular. Aunque como siempre os digo cualquier parecido a la realidad será
mera coincidencia. Este blog no es autobiográfico. Y quien diga lo contrario
tendrá que vérselas conmigo.
Es curioso, yo que soy tanto de
sentir. De emociones. De intensidades, no sabría definir el amor. Sé que en mi caso
es algo que te invade, supongo que lo tengo idealizado desde pequeña. Pero la
puta realidad (perdón por ser tan mal hablada, siento herir sensibilidades,
pero cada vez hablo peor y no sé por qué no quiero corregirme) , decía, la puta
realidad, no ha sido tan suficientemente cruel (y mira que lo es) como para que haya conseguido estallarme encima. Sigo idealizando.
Una de las veces que con más
fuerza me he enamorado fue del chico del instituto. Amor platónico no
correspondido. Eso son los amores de verdad, los que no defraudan. Sigues
enamorado toda la vida. Esa persona es perfecta, y sigue siéndolo. Y siempre lo
será. Para mí el más guapo, el más listo, el más inteligente, con una calidad
humana inmejorable. Años después, muchos años después seguía enamorada. Se lo
hice saber de un modo muy original. Luché como siempre hago derrochando toda la
energía en las causas perdidas. Y derroché energía a toneladas. Creo que es una
faceta muy mía esa de derrochar energías innecesariamente. Se repite muy a
menudo en mi vida. Pero no me arrepiento
ni de uno solo de los minutos dedicados. Hoy, sin tener casi relación con él,
sé que él me aprecia. Y sé que es un amigo de esos de los que no sabes
apenas nada, pero con los que cuentas. Como dice Benedetti. No hasta 2 o hasta
5. Que no necesite nada que yo pueda darle, que lo haría sin pestañear. Y estoy
absolutamente segura de que es recíproco.
Después me enamoré de un modo
real, ya no platónico. El sentimiento fue el mismo, invasión. Se te quita el
apetito. Mariposas en el estómago. Años de feliz y armoniosa convivencia.
Magia. Pasión. Familia. Hogar. Felicidad suprema. Pero también el amor tiene
una cara oscura, dicen que se acaba, (yo no lo creo, quizás el amor por su
parte no era el amor que yo describo), traición y dolor. Angustia. Profunda
decepción. Fueron acontecimientos que le siguieron. Y esos tampoco terminan.
Como el amor son infinitos y perduran en el tiempo.
Luego vino la pasión, que como
las cosas buenas, si breve dos veces bueno. No sé si esto ha sido obsesión o
amor. Aunque creo que como todo buen enamoramiento que se precie tiene que
tener grandes dosis de obsesión. Madre mía, qué obsesión, por alguien que no.
Que no. Y que no. Que como dice mi amigo David, es un tonto. Es la primera vez que me he
enamorado de alguien cuyas cualidades más importantes no eran dignas de
mención. Cobardía es una de ellas. Pues aun sabiendo eso, yo enamorada hasta
las entrañas. Esta persona sacó de mí la faceta más poética. No sé por qué
habré borrado todo de él (bueno la rabia sí que me empuja a actuar así, de un modo impulsivo) Si tuviera todo lo que le
he escrito a esta persona, lo que le he grabado. Lo que le he enviado vía
suspiros…..el Cortázar ese se quedaría corto.
Hay amores de todo tipo. Hay
amores sanos y nobles que duran toda la vida. Parejas que se enamoran a los 15
años y crecen juntos. Respiran juntos y a pesar de las dificultades de la vida
siguen juntos porque quieren estar juntos. (No hablo de la gente que lo está
por conveniencia sin amarse) No saben hacer nada el uno sin el otro. Se
acompañan. Se respetan. Son compañeros de vida. De esos, para los escépticos yo conozco unos cuantos.
Que son reales y los tengo muy cerca.
Envidia me dan, de la mala, que de envidia no hay otro tipo.
Hay mucho escepticismo en esto
del amor. No es verdad que para enamorarse se necesite mucho tiempo. A veces
sí, pero en otras ocasiones, vuelve a invadirte sin lógica alguna. Aún sabiendo
que la otra persona no es la mejor opción para ti. Aún habiéndolo visto apenas
12 horas en 3 días. La base primordial de cualquier buen enamoramiento que se
precie es la admiración. Tienes que admirar a la otra persona. Mi idealización
no pasa por no ver los defectos en el otro. Claro que los veo. Los intuyo
cuando permanecen ocultos. Los observo cuando son evidentes. Pero eso no impide
que idealices al amado porque precisamente eso es el enamoramiento. Admiración.
Idealización. Sueño. Que el corazón te lleve a sueños que al hacerse realidad
descubras que todo lo que se vive con esa persona es pura magia. Y qué más da
que tenga defectos. Eso da igual. Si no los tuviera ….. daría miedo.
Lo que si es cierto es que el
amor no ocupa espacio. Los buenos corazones tienen cabida para amar y amar. Y
el amor no se acaba. El amor es infinito por propia definición. Cuando amas de
verdad a alguien lo haces para toda la vida. Quien me quiera defender lo
contrario está invitado a una cena, será muy larga la sobremesa, porque tengo argumentos
más que suficientes para demostrarlo. Si tú que estás leyendo esto, has
conseguido tocar mi corazón, pese a quien pese y pase lo que pase tendrás un
hueco en él para TODA MI VIDA.
Así que como es primavera,
hagamos como en la película de Bamby que Tambor y su chica se trasroscan. Qué
chula es esa escena.
Porque si hay algo verdaderamente triste no lo es tanto el que no te correspondan como el hecho de no haberse enamorado nunca. He conocido a personas a quienes les corría horchata por sus venas. Éstos sí que no me dan ninguna envidia.
Porque si hay algo verdaderamente triste no lo es tanto el que no te correspondan como el hecho de no haberse enamorado nunca. He conocido a personas a quienes les corría horchata por sus venas. Éstos sí que no me dan ninguna envidia.
Es primavera, hay que
trasroscarse. No hay mayor alegría y mejor ilusión que esa.
Feliz fin de semana.