martes, 17 de abril de 2018

Después de un invierno malo... una mala primavera?

Un optimista es la personificación de la primavera.(Susan J. Bissonette)


Parece increíble. Hace justamente una semana alguno de mis compañeros de trabajo se quedaban atascados en la carretera por la gran cantidad de nieve que cayó. Algún otro de no ser por las cadenas tampoco habría pasado. Yo, con mis ruedas de invierno que me cuestan un riñón y el coraje que a veces saco en los momentos difíciles, pasé y llegué al trabajo apenas con 15 minutos de retraso. Eso sí, temblando y muy tensa. Pero llegué. No os podéis imaginar la cantidad de nieve que había.
Dice Fito que después de un mal invierno, una mala primavera. Este invierno ha sido oscuro. Largo. Frío. Sin ver el Moncayo. Incluso llegué a pensar que había desaparecido, mi querido y admirado Moncayo... qué susto.....no estaba.
 Pero ayer, regresando por esa misma carretera de enlazadas curvas y que en muchos de los días del largo invierno , parecen pistas de patinaje sobre hielo, había un paisaje esperanzador. Un verdor de primavera. Un sol radiante, entre nubes también con luz. De esos que hacen que el campo parezca más verde. Más brillante. Me daban ganas de hacer fotos y poner el antes y el después, la diferencia con tan solo 7 días de margen. Como una especie de metáfora de la vida.
Esperemos que Fito no tenga razón, y hagamos caso a Sabina, que canta a la primavera en su último disco. Le da la bienvenida y le dice que la espera en  la escalera del redil.
Y que  cómo yo, lleva nueve meses oxidada, en el fondo de un baúl. Y sin estar enamorada, vuelvo al sur. Me vacunaré de lo que duele. No me encelaré del mar, porque efectivamente mis párpados huelen a humedad. Eso sí,  pienso ponerle todos los cuernos de los que sea capaz al invierno. Reavivar la hoguera y perfumar mi corazón.
No sería yo si no lo hiciera.

Feliz primavera, que parece que llega por fin,  casi un mes después de lo que dice el calendario.


1 comentario: