viernes, 29 de diciembre de 2023

Paseando por las nubes


 

Al final, no son los años en nuestra vida lo que cuenta, sino la vida en nuestros años (Abraham Lincoln)

Después de haber paseado por dunas interminables, escribir desde el cielo sobre un mar de nubes te recuerda de nuevo cuan pequeños somos. 
Una de las razones por las que me encanta viajar es porque lo ves todo desde otra perspectiva. Termino 2023 con una entrada a mi blog, desde el cielo.
Repasando lo que vengo ya en llamar Momentos en mayúsculas, reconociendo ser muy afortunada y agradeciendo cada uno de ellos. Este 2023 me trajo unos cuantos. Los fotografío, los guardo en mi corazón y me relamo cuando miro hacia atrás con la prudencia que te da reconocer también lo efímero de todo. Pero con la gratitud de saberme afortunada. 
Cada uno en una parte del avión, pero acompañada de ELLOS, de quienes he pasado ya a aprender más que a enseñar. 
Aunque está claro de nuevo, que es la Vida quien te enseña.
Yo este año he aprendido un poco más. Sigo siendo una auténtica ignorante, pero pelín más espabilada. Se aprende también a despedirse. A valorar cada vez más a quienes sí te quieren. La vida es demasiado corta para tomar un vino malo. Mi madre me enseñó que hay que procurar enseñar al que no sabe, y en cuestiones de amor, el ir regalando buen vino, cuando tu intención es solo buena, creo que es precisamente cumplir con su enseñanza. No obstante esto que está últimamente tan de moda de priorizar " falsamente" tu paz interior o del culto a la felicidad diaria de lunes a domingo, me parece tal soberana gilipollez, que creo que está haciendo mucho daño.
Tu paz interior es un objetivo maravilloso, de hecho creo que ni siquiera debe ser un objetivo. Creo que si eres una persona sencilla, sin maldad, no perfecta pero con buenas intenciones, esa paz interior viene dada sola. Fácilmente. 
Lo malo es que tengas que justificar tu paz interior jodiendo al prójimo. Eso ya, perdoname que te diga , chirría por sí sólo. ¿No notáis en las redes, muchos consejitos del tipo de todo el tiempo tienes que ser feliz o, eso de Tu Paz interior bien vale que des patadas a quien no te hace sentir bien sin cuestionarte que el mal está en ti?.Por no hablar de la toxicidad que dicen al parecer tener todos menos tú. 
En fin, creo que debemos dejar de mirarnos tanto el ombligo, salvo para hacer un poco de introspección y reflexionar en por qué dañas si dices estar muy tranquilo y en paz. Está claro que es una moda. Yo desde luego la he observado. Y a mí no me la dan con queso. Cuando sientes en realidad esa paz interior que defiendes, no vas dañando. Cuando defiendes esa felicidad que dices tener, no tienes tiempo para retorcer las cosas, y cuando tu sonrisa es real, te aseguro que se contagia. 
Sigo pensando que un buen amigo, te hace mirarte el ombligo a veces, y puede y debe ser duro cuando toca, pero no se aleja. Que la felicidad no es de lunes a domingo, porque absolutamente todos tenemos momentos complicados. Lo que sí nos distingue a unos de otros es esa capacidad de compañía en las ocasiones no tan maravillosas. Esa actitud de resiliencia cuando toca. Y esas ganas de vivir compartiendo de corazón. Sin envidias. Eso sí nos distingue a unos de otros.
Yo lo aprendí este año. y aquí en el avión que nos lleva a Budapest con la gran ilusión de ver el Danubio en su plenitud recorriendo una de las ciudades más bellas de Europa os deseo un precioso Fin de Año y un 2024 con pocos momentos tristes, a ser posible ninguno. Con mucho amor y muuuucha Paz Interior, de esa que nadie os perturbe porque os venga dada ya simplemente por ser quienes sois sin la necesidad de dañar. De esa, de esa Paz Interior verdadera. 
Muchas sonrisas de agradecimiento y muchos paseos por las nubes. Desde un avión o desde el suelo, que los sueños no paren. FELIZ 2024. Gracias a todos de corazón. Que tengamos todos motivos más que suficientes para seguir sonriendo bonito.






No hay comentarios:

Publicar un comentario